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Mover una nevera puede ser una tarea complicada, especialmente si no se hace de la manera correcta. Sin embargo, es necesario moverla para poder limpiar tanto el interior como el exterior de manera adecuada. En este artículo, te mostraremos los 6 pasos que debes seguir para mover una nevera sin dañarla y así poder limpiarla de manera efectiva.

1. Desconectar la nevera de la toma de corriente eléctrica

Antes de comenzar a mover la nevera, es importante desconectarla de la toma de corriente eléctrica. Esto evitará cualquier riesgo de electrocución y también protegerá la nevera de posibles daños en caso de movimientos bruscos.

Para desconectar la nevera, simplemente desenchúfala del tomacorriente y asegúrate de que el cable de alimentación esté enrollado y asegurado con cinta adhesiva para evitar que se enrede o se dañe durante el proceso de movimiento.

2. Vaciar y limpiar el interior de la nevera

El siguiente paso es vaciar y limpiar el interior de la nevera. Retira todos los alimentos y objetos de las repisas y compartimentos, asegurándote de desechar cualquier alimento caducado o en mal estado.

Una vez que la nevera esté vacía, utiliza un paño húmedo y un detergente suave para limpiar todas las superficies interiores. Asegúrate de limpiar también las repisas y los compartimentos, eliminando cualquier derrame o residuo de alimentos.

Recuerda que es importante secar bien la nevera antes de moverla, para evitar que se formen manchas de humedad o moho durante el transporte.

3. Retirar todos los alimentos y objetos de las repisas y compartimentos

Antes de mover la nevera, es importante retirar todos los alimentos y objetos de las repisas y compartimentos. Esto evitará que se muevan o se dañen durante el proceso de movimiento.

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Además de los alimentos, también debes retirar cualquier objeto que esté en el interior de la nevera, como recipientes, utensilios o cualquier otro accesorio. Esto garantizará que la nevera esté completamente vacía y lista para ser movida.

4. Descongelar el congelador si es necesario

Si tu nevera tiene un congelador, es posible que necesites descongelarlo antes de moverla. El hielo acumulado en el congelador puede hacer que la nevera sea más pesada y difícil de mover.

Para descongelar el congelador, apaga la nevera y deja que el hielo se derrita de forma natural. Puedes acelerar el proceso colocando recipientes con agua caliente en el congelador o utilizando un secador de pelo para derretir el hielo.

Una vez que el hielo se haya derretido por completo, asegúrate de secar bien el congelador antes de mover la nevera.

5. Desconectar y retirar cualquier accesorio o componente desmontable

Antes de mover la nevera, es importante desconectar y retirar cualquier accesorio o componente desmontable, como bandejas, cajones, estantes, etc. Esto hará que la nevera sea más ligera y evitará posibles daños durante el transporte.

Retira cuidadosamente cada accesorio o componente desmontable, asegurándote de guardarlos en un lugar seguro para evitar que se pierdan o se dañen.

6. Asegurarse de que la nevera esté vacía y liviana antes de moverla

Antes de mover la nevera, asegúrate de que esté completamente vacía y liviana. Esto facilitará el proceso de movimiento y reducirá el riesgo de daños tanto en la nevera como en el suelo.

Si la nevera es demasiado pesada para moverla solo, no dudes en pedir ayuda adicional. Es mejor contar con la ayuda de otra persona para evitar lesiones o daños.

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Una vez que estés listo para mover la nevera, asegúrate de levantarla desde la parte inferior, evitando tirar o jalar de las asas o puertas. Esto evitará posibles daños en las puertas o en el motor de la nevera.

Utiliza un carro o plataforma con ruedas para facilitar el transporte de la nevera. Esto reducirá el esfuerzo necesario para moverla y evitará posibles daños en el suelo.

Mueve la nevera lentamente y con cuidado, evitando golpes o movimientos bruscos. Esto reducirá el riesgo de daños tanto en la nevera como en el entorno.

Evita inclinar la nevera en exceso, ya que esto puede dañar el motor o los componentes internos. Si es necesario inclinarla, asegúrate de hacerlo suavemente y con cuidado.

Una vez que hayas movido la nevera a su nueva ubicación, asegúrate de colocarla en una superficie nivelada. Si es necesario, utiliza calzas o niveladores para asegurarte de que la nevera esté completamente nivelada.

Deja que la nevera se asiente durante al menos 2 horas antes de enchufarla nuevamente. Esto permitirá que los gases refrigerantes se estabilicen y evitará posibles problemas de funcionamiento.

Finalmente, conecta la nevera a la toma de corriente eléctrica y asegúrate de que esté funcionando correctamente. Verifica que el motor esté encendido y que la temperatura se esté enfriando adecuadamente.

Vuelve a colocar los accesorios y componentes desmontables en su lugar, asegurándote de que estén correctamente instalados. Esto garantizará que la nevera esté lista para ser utilizada nuevamente.

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Antes de volver a llenar la nevera con alimentos, aprovecha la oportunidad para limpiar y organizar el interior. Limpia las repisas y los compartimentos, eliminando cualquier residuo o derrame. Organiza los alimentos de manera ordenada, asegurándote de que estén correctamente etiquetados y almacenados.

Mover una nevera para limpiarla puede ser una tarea complicada, pero siguiendo estos 6 pasos podrás hacerlo de manera segura y sin dañarla. Recuerda siempre desconectar la nevera de la toma de corriente eléctrica, vaciar y limpiar el interior, retirar todos los alimentos y objetos, descongelar el congelador si es necesario, desconectar y retirar los accesorios desmontables, y asegurarte de que la nevera esté vacía y liviana antes de moverla. Siguiendo estos pasos, podrás mantener tu nevera limpia y en buen estado de funcionamiento.